Avril 2012

poemas (es)

siete fragmentos sobre la agrafía

Los neuropsiquiatras, los fisiólogos del sistema nervioso y los neuropsicólogos utilizan el término científico-técnico «agrafía»/«agraphia» cada vez que diagnostican la incapacidad para la escritura. La agrafía se entreteje con términos concretos como la alexia, la dislexia, la afasia; se considera que un suceso (por ejemplo, un accidente) o alguna malformación del cerebro y del sistema nervioso y, quizás, alguna anomalía del material genético (ADN) pueden ser responsables del no-ejercicio de la escritura.

*

La pregunta de la agrafía no se formula siquiera en el caso de los «pueblos sin escritura», tal y como los antropólogos llaman a las sociedades que cultivan la continuidad (cultural) y la tradición oral. La misma pregunta tampoco tiene sentido en el caso de los analfabetos, es decir, en el de aquéllos que no aprendieron el uso de la tecnología de la escritura y que no incorporaron esta híper-innovación a su epistemología diaria.

*

La agrafía muestra que el cuerpo humano se convierte en el requisito de la escritura y señala que la posibilidad de comunicación (con ayuda de la escritura) es a la vez individual y colectiva: un sustrato biológico, una forma de vida, la especie «ser humano» se entreteje con una revolución cultural, una invención del espíritu, una idea. La agrafía como indicadora de la manera en que las fuerzas biológico-fisiológicas se fusionan con la arbitrariedad del hallazgo cultural: del alfabeto y de la escritura.

*

La agrafía conduce a una utilización distinta de la ausencia/presencia. La escritura (con letras y palabras como materia prima) combina, ordena y condensa alusiones; y finalmente configura escalas temporales; por supuesto, el tiempo no compone un elemento constituyente o un requisito incorporado para su desarrollo – como por ejemplo en el cine. Las escalas temporales (el tiempo de la escritura como efecto del grafó-mano, el instante temporal en que el lector comienza su implicación con el producto de la escritura, el horizonte temporal del contenido de la frase escrita…) crean coordenadas y universos, donde evoluciones personales y colectivas se-realizan-en y se consuman. Los «ágraf-os», los «agráf-icos», los «agraf-entes» se privan de este órgano, de esta disposición hacia la cinceladura de su modo de existir en la perspectiva del tiempo.

*

La «agrafía» (como también por otra parte la «afasia») cultiva el alfa, el alfa de la privación. La primera letra del alfabeto griego es citada para interpretar el papel del esforzador de la negación, además de indicar también el no-uso del alfabeto por parte de los «a-gráficos». Así, el azar de las letras se entreteje con el azar de los individuos y las sociedades.

*

La comunidad científica internacional, para construir los términos de cada rama científica (es decir, palabras neutras, sin connotaciones), aprende del griego antiguo. De la misma manera, las ciencias médicas honran con frecuencia la provisión griega de palabras. El término «agrafía» es un ejemplo similar e indudablemente es un término funcional; no obstante, cuando se utiliza, por parte de los hablantes, de alguna manera la palabra se convierte de nuevo en la lengua griega; es decir, la pronunciación de la «agrafía» ya se acompaña de polisemias y ambigüedades. La agrafía no es simple y llanamente un significante que se refiere a una nosografía concreta sino que indica lo imprevisible en los préstamos entre lenguas.

*

La agrafía, con una hipérbole abusiva, podría referirse también a la debilidad del cumplimiento de la escritura cuando imágenes, pensamientos, recuerdos, fantasías –la materia prima del grafómano y del poeta– se disuelven antes de que tomen su forma o se simplifican aunque parezcan macilentas, consabidas y tópicas; o emergen con nitidez, y en una segunda elaboración se disuelven sin grandes resistencias; o, finalmente, se configuran con tal vehemencia y fuerza que la escritura no las soporta.

Dimoszenis Agrafiotis
Traducción: Mario Domínguez Parra

Dimoszenis Agrafiotis – Siete fragmentos sobre la agrafía, DA – El Perseguidor, Número 93 (página 7 del pdf)

Entrevista de Mario Domínguez Parra, DA – El Perseguidor, Número 79, (página 2 del pdf)

quince poemas

I

«INCIERTO»

¿Qué fuerzas chupan mis deseos?

Olas sollozantes
en la última caricia del sol.

«METAFÍSICO»

Formas heladas en el soplo del tiempo
jactaos de
mi intranquilidad
mirad
cómo se balancea
para devenir estigma en la matriz de la supervivencia.

«LÍRICO»

El miedo
me hincha cual flautín
y si comienzo la canción
nunca la llevo más allá.

«POPULAR»

Palabras sabias.
Iglesias blancas.
Pájaros bordados.

¿Qué pedimos?
La alegría se pierde en la desesperación
como playas en el mar.

«NATURAL»

El aire puede: (1)
portar el polen de la esterilidad
y adquirir el olor de los estómagos
hinchados.

«POSITIVO»

E s f u e r z o s humanos
– manchas de humedad en las hojas de la esperanza
puntos confusos –

moveos
en la compasión de la luz,
gracias a la refracción del tiempo en el cristal
del alma.

«ERÓTICO»

Por la tarde
pendió de algunas gotas de lluvia
y mi aflicción devino lágrima
en tu ausencia.

II

DEFINICIONES I

Puedo definir las palabras
como explosiones de silencio
o como sonido del afán
o lagunas que los hechos aturden
o fragmentos de futuro,
resplandores del yo en el curso
del engarce.

DEFINICIONES II

Miedo. Silencio.
(La experiencia es el límite).
Consciencia. Suicidio.

Esperanza, retirada del ahora.
El pensamiento, sonido del tiempo
en las aspas del molino
que mueve el párpado solar.

Huida, ratificación del pasado.

Por qué

MEMORIA

Colores.
Gritos.
Nocturnas danzas del tacto
se reflejan displicentes
en miles de espejos
para que intentes
romperlos
teñir sus fragmentos de sangre,
nada.
N a d a.

EXCUSA

En el camino del anhelo
agonía, única sombra.

EN VARIOS TOMOS

¿Qué puertas abren
para traer el miasma de la alegría?

(Y estamos dentro).

¿Qué núcleos punzamos
para que apaguen las distancias?

(Y estamos fuera).

Todo se mezcla como los antiguos mármoles,
se cubre de explosiones
de instantes de miedo
que se asientan como el destino.

¡Y la esperanza! gota de luz
que baila ávida
frente a ojos entreabiertos
pidiendo que la extraigan del fuego
que abrasará los límites.

«UNION» (2)

Instantes amargos
de un día
que sangró en las desnudas rocas.
Instantes amargos
que la llovizna os clavó
sobre rostros atrincherados tras los cristales.

De verdad, ¿dónde os escondíais?

DOS VARIACIONES

Mido el futuro
en el pasado
y aquello que pesa es el hoy.

Peso la memoria
en el pensamiento
y el efecto aguarda la acción.

MÁSCARAS

Pasos
en el doblez de la inocencia
en la exégesis.

Risa y llanto
espasmo y venas en nuestro avance.

Una helada refulge en las máscaras.

Dimoszenis Agrafiotis
Traducción: Mario Domínguez Parra

Notas al texto:

(1) El primer verso es una expresión de Aristóteles, de su tratado De la respiración. La traducción al inglés: «Now air can easily fulfill both these functions», «Ahora el aire puede satisfacer ambas funciones». Vid. Aristotle, On the Soul, Parva Naturalia, On Breath, tr. W.S. Hett, M.A., Cambridge, Massachusetts, Harvard University Press; London, William Heinemann Ltd., MCMLVII, «On Respiration», (Parva Naturalia) XV-XVI, 18-19, pp. 468-469.
(2) «Union» (en inglés en el original): residencia de estudiantes de la Universidad de Wisconsin (nota del autor).